Desde los inicios de la República hasta el presente, nuestro país ha experimentado diferentes crisis políticas y sociales, algunas de estas han desembocado en enfrentamientos armados y en golpes de Estado. Generalmente, luego de esto se ha elaborado y puesto en vigencia una nueva Constitución. En esta columna revisaremos de forma somera algunas de estas crisis.
Al final del período de Ensayos Constitucionales, se desencadenó una guerra civil entre el bando de los conservadores y el bando de los liberales. En las batallas de Ochagavía y Lircay triunfó el bando conservador. Luego se redactó la Constitución Política de 1833, que estableció una república autoritaria y un voto censitario. Este significó otorgar la categoría de ciudadanos sólo a algunos chilenos: hombres dueños de bienes raíces que supieran leer y escribir.
La Constitución del 1833 estableció la República Autoritaria. El presidente disponía de 5 años al mando del Estado pudiendo ser reelegido. Esto permitió a los 3 presidentes del periodo gobernar 10 años cada uno: Joaquín Prieto, Manuel Bulnes y Manuel Montt. Durante el gobierno de Montt, los liberales de Concepción dirigidos por José María de la Cruz, se levantaron contra el poder central, produciéndose la guerra civil de 1851. Fueron derrotados en la batalla de Loncomilla. Después, en el año 1859, las liberales de Copiapó, dirigidos por Pedro León Gallo, se rebelaron contra el gobierno de Montt, siendo derrotados en la batalla de Cerro Grande. Si bien es cierto, los liberales perdieron en ambas guerras, sus ideas se impusieron en las urnas, así en el año 1861 fue elegido Presidente el liberal José Joaquín Pérez.
En el año 1871 se hicieron reformas a la constitución de 1833, entre ellas, se eliminó la reelección presidencial para el período inmediato al término del mandato y se otorgaron mayores poderes al Parlamento, sentando las bases de lo que sería después de la Guerra Civil de 1891 el régimen parlamentario, caracterizado por la rotativa ministerial, el cohecho y la política de círculo.
Durante la República Parlamentaria ocurrió la denominada Cuestión Social, que se caracterizó por las duras condiciones de trabajo y de vida de los obreros del salitre, del carbón y de la incipiente industria, quienes lucharon por lograr derechos, siendo duramente reprimidos. En este contexto, en el año 1924 se aprobó la dieta parlamentaria. Los oficiales jóvenes del ejército, en protesta por sus bajos sueldos, realizaron en el Congreso Nacional el “ruido de sables”. Luego presentaron sus demandas al presidente: suprimir la dieta, promulgar el Código Laboral, aprobar un impuesto a la renta, mejorar sus salarios y que renunciaran tres ministros del gobierno. El 11 de septiembre de 1924 el presidente Alessandri renunció al cargo, sin embargo, el Congreso no lo aceptó, otorgándole, un permiso de seis meses. Una junta militar asumió el poder y disolvió el Congreso. Después otra Junta llamó a Alessandri, para que terminará su mandato. El presidente, junto a una comisión, redactó una nueva Constitución que puso fin al régimen parlamentario, estableciendo una república presidencial, en la cual el Estado asumió un rol social y económico.
Años más tarde, después de la segunda guerra mundial, el mundo vivió el período de Guerra Fría. Un bloque de países encabezado por Estados Unidos estaba enfrentado al bloque de la Unión Soviética. Esto se reflejó en América Latina y en Chile. En el año 1959 se produjo la Revolución Cubana. En el año 1961, el gobierno de E.E.U.U., dirigido por John Kennedy, impulsó la Alianza para el Progreso, promoviendo la reforma agraria, para evitar la propagación del socialismo en América Latina. Además, entre 1962 y 1965 se realizó el Concilio Vaticano II, con la finalidad de renovar a la Iglesia y situarla a la altura de los tiempos. En paralelo, se desarrollaron el movimiento Hippie y el rock.
En ese contexto, el año 1964 fue elegido presidente de Chile Eduardo Frei Montalva, teniendo como lema Revolución en libertad. En su periodo se impulsó la ley de sindicalización campesina, la nueva ley de reforma agraria, y, se dictó la ley de junta de vecinos. Se chilenizó el cobre, por lo que el 51% de la propiedad de los yacimientos pasaron a manos del Estado, creándose la Corporación del Cobre (Codelco). Con la reforma educacional de 1965 se extendió la educación primaria de 6 a 8 años. Además, se creó el ministerio de vivienda, se construyeron 260.000 casas y se duplicó el número de hospitales y camas.
En la elección de 1970 fue elegido presidente, Salvador Allende, representante de la Unidad Popular, quien planteó una vía chilena al socialismo. Se nacionalizó el cobre, y se profundizó la Reforma Agraria. Junto a esto se estatizó la banca comercial al igual que las empresas estratégicas. A partir de 1970 se produjo un proceso de polarización política y social que culminó en el Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. El poder fue asumido por una Junta Militar encabezada por Augusto Pinochet, que disolvió el Congreso, suspendió la vigencia de la Constitución de 1925, prohibió los partidos políticos y estableció una economía social de mercado.
En 1980 se aprobó la nueva Constitución que rige hasta hoy. Hubo diversos cuestionamientos porque no se contó con registros electorales y porque los partidos políticos estaban prohibidos. Una comisión designada redactó la nueva Constitución. Luego se decretó la ley de AFP, la ley de ISAPRES y se privatizaron las empresas del Estado, entre otras, ENDESA, ENTEL, IANSA, mediante el denominado “capitalismo popular”.
En los últimos 30 años, ha existido falta de equidad en los ingresos entre hombres y mujeres al desempeñar trabajos similares, la población ha recibido bajas pensiones, un sueldo mínimo legal insuficiente, diferente atención en salud entre el sistema público y el privado y, ha padecido problemas de contaminación ambiental. Junto a esto, se han producido casos de colusión en los precios de algunos insumos básicos, por ejemplo, los medicamentos y el papel higiénico. Además, hubo graves casos de corrupción y de financiamiento ilegal de la política.
En los últimos 15 años, se han desarrollado diferentes movimientos sociales: la Revolución Pingüina por la calidad de la educación (año 2006), el Movimiento Social por el fin al lucro en la educación (año 2011), y en los últimos años el Movimiento NO+AFP. Las situaciones antes descritas, detonaron en el estallido social del 18 de octubre de 2019. La ciudadanía se manifestó por un cambio estructural, lo que llevó el 15 de noviembre de 2019 a un grupo de parlamentarios a plantear una consulta a la ciudadanía, mediante un plebiscito, para aprobar o rechazar un cambio de Constitución, y el mecanismo para elaborarla. En el plebiscito del 25 de octubre triunfó la opción apruebo junto al mecanismo de convención constitucional. La ciudadanía deberá elegir a 155 convencionalistas, quienes redactarán una nueva Constitución, la cual deberá ser ratificada para su aprobación mediante otro plebiscito (de “salida”). La gente tiene altas expectativas. Deberá ser un documento orientado al bien común y a la justicia social, teniendo como finalidad el respeto a la persona humana con sus derechos y deberes. Para esto se requiere una base ética acordada y respaldada por la mayoría de las chilenas y chilenos.
Dr. Enrique Muñoz Reyes, académico de la Facultad Ciencias de la Educación UCM.