En algunos países de Europa es popular el dicho: “Una manzana al día mantiene al doctor lejos”, sabiduría popular que es confirmada por investigaciones del Centro de Pomáceas de la Universidad de Talca que concluyeron que los altos contenidos de antioxidantes de esta fruta ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
“Se hicieron pruebas en los principales cultivares de manzana producidos en distintas zonas del país, que arrojaron resultados interesantes como por ejemplo que los compuestos antioxidantes varía de acuerdo al cultivar y ubicación del huerto y se acumulan mucho más en la piel de la fruta que en la pulpa, por lo cual la recomendación principal es comer las manzanas sin pelarla”, manifestó el ingeniero agrónomo Álvaro Sepúlveda, encargado del laboratorio Ecofisiología Frutal del Centro Pomácea de la UTALCA.
De acuerdo a publicaciones del Centro de investigación frutícola, alrededor de la mitad del contenido antioxidante de la manzana se encuentra en su piel, concentrándose en ésta el 100% de las antocianinas (compuestos que dan el color rojo a las manzanas), la mayor parte de los flavonoles y la mitad del contenido total de compuestos fenólicos del fruto.
Las investigaciones, de larga data, abarcaron diferentes predios ubicados entre las regiones de O’Higgins y la Araucanía y donde se concentra la mayoría de la producción del país. “En general el clima acá es favorable para la producción de frutales porque en el verano tenemos altas temperaturas en el día, pero en la noche se pone fresco, esa oscilación térmica es la que estimula la producción de pigmentos que son ricos en propiedades antioxidantes”, señaló el investigador.
Un estudio publicado, que involucró a varios investigadores de la Universidad de Talca, entre ellos los académicos José Antonio Yuri, director del Centro de Pomáceas e Iván Palomo, director del Centro Investigación de Trombosis, examinó los beneficios de la ingesta de manzanas frescas.
Entre los principales hallazgos relacionados con las enfermedades cardiovasculares, se constató la inhibición de la oxidación de los receptores de colesterol (lipoproteínas de baja densidad), disminución de colesterol total y protección del tejido (endotelio) que recubre la zona interna de los vasos sanguíneos, incluido el corazón. En relación al cáncer, el artículo científico agrega, que los aportes de la manzana disminuyen la proliferación de células neoplásicas o cancerígenas y la activación de la muerte celular (apoptosis). Ver artículo en https://www.redalyc.org/html/469/46916604013/
Otros estudios indican que los frutos pequeños, eliminados en huerto durante el raleo, poseen 6 a 10 veces más fenoles (quercetinas) y antioxidantes que los cosechados para el mercado. Además, indican que la piel dañada por el sol contiene hasta 2 veces más fenoles y antioxidantes que la sana, mientras que las manzanas orgánicas no presentan mayor contenido de fenoles y antioxidantes que aquellas provenientes de huertos convencionales.
En la experimentación se comprobó que al incorporar extracto concentrado de fenoles, proveniente de frutos descartados en el raleo, en la dieta de ratones, estos disminuyeron síntomas en la presión arterial, tejido adiposo blanco y colesterol total.