Investigadores de la Universidad del Bío-Bío (UBB), lograron crear una combinación de reactivos amigables con el medio ambiente, que permitirá fortalecer su uso en construcciones civiles e hidráulicas.
Mediante la utilización de una combinación de reactivos amigables con el medio ambiente, docentes de la Universidad del Bío-Bío (UBB) lograron crear una solución a base de polímeros de sílice, que al ser inyectada o mezclada en algún tipo de suelo, provoca una reacción que permite endurecerlo y mejorar la estructura del suelo, lo que ayudará a fortalecer la estabilidad para construcciones civiles e hidráulicas.
Las pruebas de esta investigación se realizaron en 16 tipos de suelos diferentes, entre ellos gravas, arenas, limos y arcillas, y también artificiales, como chancado, polvo de roca y sedimento industrial.
La iniciativa creada por Orlando Parra y Víctor Concha, del Departamento de Química UBB, y Luis Santana, del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental UBB, fue patentada por el Instituto Nacional de Propiedad Industrial – INAPI.
El ingeniero civil, Luis Santana, dijo que los principales beneficios de la formulación se encuentran “en la mayor resistencia mecánica y cohesión de partículas, el aumento en la capacidad de soporte para cargas aplicadas, la retención de material fino, manteniendo las características de permeabilidad y porosidad del suelo original”.
Agregó que “esta invención es un reconocimiento a la perseverancia y demuestra que es posible innovar en temas generales que afectan a la sociedad con tecnologías más amigables con el entorno”.
Por su parte, el químico, Orlando Parra, manifestó que “un ejemplo práctico para explicar su uso, sería detener un posible derrumbe de un cerro hacia una carretera. Se llega al lugar, se inyecta a presión la solución líquida en la zona afectada, se produce la reacción química y en una hora queda todo solidificado. Esto se podría usar en el Paso los Libertadores o en el camino de Concepción a Chiguayante, donde este año se produjeron desprendimientos de suelo”.
Los expertos sostienen que esta solución química verde, permitirá solucionar diferentes problemas de la sociedad, como: estabilización de taludes, abatimiento del polvo en caminos rurales, restauración de cauces, entre otros. El suelo tratado mantiene su color y además pueden programar su proceso de endurecimiento desde 1 hora o más.
El Ingeniero Civil Químico, Víctor Concha, aseguró que “con el endurecimiento los suelos podrán mantener sus mismas propiedades físico – químicas, vale decir, si se requiere canalizar los ríos, el agua seguirá permeando. Otro uso importante, sería la confinación de las montañas de relaves que existen en la minería, que están abandonados y con esta solución se podría encapsular la contaminación de elementos que lleva el polvo a áreas habitadas”.
El Decano de la Facultad de Ingeniería UBB, Patricio Álvarez, dijo que “esta patente permite dar valor a la sílice, mineral muy abundante en la naturaleza, que por medio de la síntesis de un polímero líquido, al dejarlo fraguar puede endurecer diversos tipos de suelo de forma amigable con el medio ambiente. De esta forma, cumplimos con el propósito como facultad de ingeniería, de orientar nuestras investigaciones a generar soluciones que mejoren la calidad de vida de las personas y al mismo tiempo haciendo un uso más eficiente de nuestros recursos”.