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La gran cantidad de imágenes violentas que ha dejado el conflicto entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica deben ser abordadas en un contexto de conversación, según lo señalado por psicólogo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
El conflicto entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) ha escalado en diversos aspectos. Las imágenes viajan constantemente a través de los canales de televisión y las redes sociales han sido claves para visibilizar lo crudo de la guerra.
Un grupo que ha sido un espectador indirecto de los recurrentes bombardeos y ataques son los niños, quienes a través del televisor o el celular captan las violentas imágenes de la guerra. En este sentido el psicólogo y docente de la Escuela de Psicología de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Felipe Rodríguez, señaló que “hoy día con el nivel de información que tenemos y la globalización de las noticias, es muy poco probable que los niños no tengan ningún tipo de contacto con este tipo de informaciones. Por otro lado, en términos de su desarrollo social puede llegar a ser hasta positivo que puedan conocer que estas situaciones están pasando en el mundo”.
Rodríguez además agregó que “lo que sí es muy importante es usar estas noticias y la exposición mediática que puedan tener los niños a las informaciones como estímulo para poder tener algunas conversaciones con ellos. En general, con los niños debiéramos poder tener espacios de conversación y contención; las herramientas que más podemos utilizar son las que nos permitan acercarnos a los niños, saber qué es lo que les está pasando y si han visto lo que ha estado sucediendo, en el fondo, abrir la conversación”.
Para el psicólogo también es de suma importancia el contexto en que se dan estas conversaciones. “Hay que encontrar el espacio para llevar a cabo estas conversaciones y ojalá sea en calma, no a la rápida. También hay que estar atentos a los posibles síntomas o conductas raras o poco frecuentes de los niños o adolescentes”.
Por último, el especialista detalló que “en términos concretos lo que más ayuda es darles a los niños la tranquilidad de que estas son situaciones transitorias y que no van a durar para siempre. También hay que reforzar que los adultos estamos ahí para protegerlos y ayudarlos en lo que necesiten”.