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[Opinión] Colonia Dignidad: el tiempo, el relato y la cura

Por: Cristhian Almonacid Díaz, director del Magíster en Ética y Formación Ciudadana de la Universidad Católica del Maule.

La concepción corriente del tiempo nos lleva a entenderlo como una sucesión lineal de instantes, dentro de esta comprensión extendida se clasifica lo que fue, lo que es y lo que será, como si se tratara de momentos estancos entre sí. Esta representación lineal del tiempo, sin embargo, rompe con la unidad de nuestra experiencia, nos desgaja interiormente y con ello, oculta el carácter existencial del tiempo.  El tiempo, parafraseando a Paul Ricoeur, es más la historicidad hecha carne, vivida como una intratemporalidad, dónde ninguna experiencia está separada de otra. Cuando deviene la intratemporalidad histórica, la narración se convierte en el acceso al corazón unitario de paso del tiempo en la existencia.

Varias son los campos que se despliegan gracias a este giro a la intratemporalidad de la que hablo. Uno de ellos es que el relato de nuestras experiencias, cuenta con el tiempo, se sostiene en el tiempo. Este rasgo temporal del relato, pone de manifiesto la fuerza del acontecimiento, cuya emergencia le permite dejar de ser un suceso singular, para integrarse a la unidad de la existencia de quien relata. Entonces, seguir el relato permite comprender la fuente inagotable de las acciones, los sufrimientos, los pensamientos y los sentimientos del narrador. Todo ese río de contenidos se une en una dirección, pero, aunque el relato supone un final, queda abierta bajo la forma de una expectativa imprevisible.

Un segundo campo, consecuente del campo anterior, emerge en la apertura del relato intratemporal. La dirección del relato en su forma de expectativa, a mi modo de ver, es la puerta abierta para al cuidado y la cura. ¿Qué sería de nosotros si no conserváramos la expectativa de la sanación en nuestra historia? ¿Podríamos soportar el cierre de los acontecimientos como definitivos y sin salida? ¿Qué sería de nosotros si no habitara la esperanza que aquellos acontecimientos, en especial aquellos que duelen, puedan amainar en parte y en algún momento? Así, la ilación de cada palabra narrada es la manifestación de una espera de sanación.  En esta esperanza narrativa entra quien escucha, que, como agente empático, se dispone, se interesa, para acoger y comprender. Con estas actitudes, quien escucha se solidariza y ayuda en parte a sanar.

Bajo mi perspectiva, este sentido sanador del relato es una clave fundamental para conocer y adentrarnos en los resultados del proyecto “Colonia Dignidad: un archivo de historia oral chileno-alemán”. Ha sido un proyecto que ha unido a la Universidad Libre de Berlín, a la Universidad Alberto Hurtado y a la Universidad Católica del Maule. Sus frutos hunden sus raíces en la lógica de la intratemporalidad narrada que acabo de bosquejar, como alternativa al tiempo lineal.

Con nuestro Magister en Ética y Formación Ciudadana tuvimos el honor de haber sido parte de la presentación del resultado del proyecto que se puede conocer en el siguiente enlace www.cdoh.net/es. Dicho lugar es un valiosísimo archivo de consulta abierta (después de un proceso de registro) para conocer 64 entrevistas a personas que ofrecen sus testimonios de vida, de dolor y esperanza, sobre su experiencia de lo que fue Colonia Dignidad. Sin lugar a duda, este archivo es un aporte a la memoria del intratiempo vivido, para convertirse en un espacio para el cuidado, para la escucha y la empatía. Estamos convencidos que es un aporte valioso (aunque no definitivo) para la sanación que chilenas, chilenos, alemanas y alemanes esperan en la permanente búsqueda de justicia, reparación y no repetición.

Talca Capital

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