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[Opinión] COVID-19 y recambio generacional

Una consecuencia inesperada que aparece en el horizonte político, social y económico post COVID-19, es la aceleración del recambio generacional en el manejo del poder, que en la actualidad es gestionado por hombres y mujeres empoderados a fines de los años 60 y la década de los 70 del siglo XX recién pasado.

En Chile, tenemos actores (hombres y mujeres) en la política, en los negocios, y en la dirigencia social que, por razones no siempre honestas o legítimas, han ejercido el poder en los múltiples ámbitos de influencia que conforman el tejido social. Una simple mirada a esta realidad muestra que quienes ocupan posiciones de poder, a pesar del desgaste producido por los años, y sin reconocerlo, se niegan a permitir el necesario recambio y evitan dar paso a una nueva generación, por supuesto más formada y más informada, que esté en condiciones de responder a las exigencias de los tiempos, en que el conocimiento científico y tecnológico del siglo XXI son principales.

La ingrata circunstancia de que el COVID-19 ataque principalmente la supervivencia de las personas mayores, creemos, acelerará la toma de posición a quienes hoy pugnan por desplazar del poder a los septuagenarios que lo han ocupado durante los últimos cuarenta años; tomarán el control de la política, la economía, la cultura, las organizaciones sociales, o las instituciones públicas y privadas, y en fin, todo aquello que organiza y da vida al cuerpo social. 

Terminada la emergencia del coronavirus, la humanidad aparecerá con una dirigencia de adultos jóvenes más empoderados, y una generación de adultos mayores en retirada.

Sucederá en los poderes ejecutivo legislativo y judicial de las democracias occidentales; y sucederá en el control de sus economías; en la conducción de sus ejércitos; en la investigación de sus universidades; en la composición de sus directorios; en el reclamo de libertades humanas; en la exigencia de justicia social; en el reclamo de dignidad entre miembros iguales de una misma especie; en la rebeldía de quienes no aceptarán desigualdades o abusos de ninguna naturaleza, y levantarán su voz para oponerse.

El COVID-19, instalado en el mundo, acelerará un cambio necesario, pero resistido, de una generación empoderada, y que ha descuidado, por demasiado tiempo las necesidades de los más, por una lucrativa explotación en beneficio de los menos.

El conocimiento científico y su aplicación tecnológica permitirán que una generación de adultos jóvenes tome las riendas de la conducción democrática mundial; y el temor generado por el coronavirus producirá este inesperado efecto colateral.

Por Victoriano Valdés, periodista y dramaturgo.

Talca Capital

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